La protección del medio ambiente puede ser vista de muchas formas. Preferimos verla como nuestra obligación con todos aquellos que vivirán luego. El mundo es donde vive la humanidad, no un par de generaciones.
La marca país Uruguay Natural, que tan exitosamente fue desarrollada desde el 2001 por el entonces Ministro de Turismo Pedro Bordaberry, durante el gobierno del Dr. Jorge Batlle, reflejaba el estado de preservación de nuestro medio ambiente que regía en aquella época. En las últimas dos décadas esa situación se ha deteriorado notoriamente, especialmente en lo que refiere al cuidado del agua.
Para revertir esta situación se proponen las siguientes medidas:
Bonos de contaminación
La contaminación es un costo social. Su difusión se explica porque quien contamina no paga su costo, sino que lo hace pagar el resto de la sociedad, mientras sí se apropia de las ganancias que genera. Proponemos aplicar un sistema ampliamente difundido en el mundo, que son los bonos de contaminación. El derecho a emitir residuos contaminantes está subordinado a que la empresa disponga de los bonos suficientes, los cuales se adquieren en licitaciones de bonos.
Autos eléctricos
Hacemos propio el proyecto del Senador Bordaberry por el cual se prohíbe la importación de autos con motores de combustión interna a partir del 2030 y su circulación a partir del 2035. Esta medida permitirá planificar ordenadamente una transición tecnológica que ya es un hecho.
Educación en la sustentabilidad
Está ampliamente comprobado que los cambios culturales en materia de la preservación del medio ambiente vienen de la educación en la preservación del medio ambiente a las nuevas generaciones. Adicionalmente hay que formular agresivas políticas públicas en la materia.
Contaminación de cursos de agua
El cuidado de los cursos de agua debe ser una prioridad. La primera medida debe ser la creación de una unidad totalmente autónoma del Poder Ejecutivo, el Observatorio para la Preservación de los Recursos Naturales (OPRN), uno de cuyos objetivos específicos sea informar del estado de calidad de los cursos de agua y del agua potabilizada. Debe ser una unidad cuyo único interés sea informar a los consumidores, totalmente blindada de las presiones de sectores productivos o políticos.
El Ministerio de Vivienda y Medio Ambiente debe presentar programas de trabajo públicos, con metas específicas a lograr, que puedan ser luego confrontadas con los resultados que obtenga la unidad antes mencionada.
Agrotóxicos
La misma unidad del punto anterior, la OPRN, será responsable de la medición de presencia de agrotóxicos en frutas y verduras que se ofrecen a los consumidores.
La utilización de químicos altamente tóxicos ha llevado a un desequilibrio de la biodiversidad en nuestro país. Un ejemplo de ello es la reducción en la población de abejas. Paradójicamente, los agrotóxicos pretenden aumentar la productividad del agro, cuando la reducción en la población de abejas tiene el efecto contrario al ser un agente clave en los procesos de polinización.
El MVMA debe presentar un reporte anual de carácter público en cuanto al estado de situación en la materia y planes de acción al respecto, con metas específicas.
Observatorio para la Preservación de Recursos Naturales
Tal como hemos mencionado en puntos anteriores, es necesaria la creación de una unidad totalmente independiente, estrictamente basada en protocolos científicos, cuyo objeto sea informar a la población en los siguientes aspectos:
- Estado de calidad del aire en las zonas urbanas.
- Estado de calidad del agua en cursos naturales y potabilizada
- Presencia de agrotóxicos en frutas y verduras comercializadas
- Grado de erosión del suelo
- Estado de los bosques naturales